Importancia de líderes con inteligencia emocional
DESARROLLO PERSONAL
Los líderes eficaces tienen algo en común, y no son necesariamente habilidades técnicas o un alto coeficiente intelectual. Las investigaciones indican que los líderes eficaces tienen un alto grado de inteligencia emocional.
Daniel Goleman, psicólogo de Rutgers que lleva décadas estudiando la relación entre la inteligencia emocional y el liderazgo empresarial, califica la inteligencia emocional de «condición sine qua non del liderazgo». Sin ella, una persona puede tener la mejor formación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un sinfín de ideas inteligentes, pero no será un gran líder».
Pero, ¿qué es la inteligencia emocional en el trabajo y cómo pueden cultivarla los directivos? Para obtener respuestas, hemos consultado a Amanda Madorno, conferenciante y coach de Vistage especializada en ayudar a los líderes a desarrollar esta habilidad fundamental.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de comprender y gestionar tus emociones, así como de reconocer e influir en las emociones de quienes te rodean. Los líderes pueden «utilizar esta comprensión para guiar su comportamiento, resolver problemas y gestionar el comportamiento de los demás», explica Madorno.
3 beneficios de la inteligencia emocional
La inteligencia emocional contribuye al desarrollo del liderazgo de varias maneras. Como director general, puede ayudarte:
1. Crecer personal y profesionalmente.
La inteligencia emocional facilita una mirada honesta sobre uno mismo, la identificación de los puntos fuertes y débiles y la introducción de los cambios necesarios para crecer.
2. Tomar mejores decisiones.
Si gestionas tus emociones, podrás tomar decisiones de forma más comedida, reflexiva y analítica.
3. Comunicarse con eficacia.
La inteligencia emocional aumenta la tendencia a hacer preguntas abiertas, a escuchar activamente y a reconocer los errores. También reduce la tendencia a responder impulsivamente a las situaciones.
Al igual que los líderes, las empresas se benefician de la inteligencia emocional de maneras importantes. Según un estudio de Harvard Business Review Analytic Services, el 38% de las organizaciones con inteligencia emocional ofrecen experiencias de cliente mucho mejores (40% frente a 12%) y niveles más altos de fidelidad y defensa del cliente (31% frente a 8%) que las empresas que carecen de inteligencia emocional.
Otro estudio publicado por Waterford Inc. reveló que las empresas dirigidas por personas con un alto nivel de inteligencia emocional tienen, de media, un 50% menos de rotación de personal, un 56% más de fidelidad de los clientes y una productividad un 38% superior a la media. También son un 27% más rentables.
«Hay razones de peso para desarrollar la inteligencia emocional», afirma Madorno.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional para el liderazgo?
Si la inteligencia emocional es tan valiosa para los líderes -y sus empresas-, ¿por qué las empresas no ofrecen formación en inteligencia emocional a los líderes? Madorno señala tres retos en particular.
En primer lugar, la mayoría de los directores generales no son buenos jueces de su propia inteligencia emocional. «Cuando entreno a líderes, hago una evaluación inicial, y para algunos es un despertar brutal», dice Madorno. «Es una de las primeras veces que reciben información sobre su cociente emocional».
En segundo lugar, los directores ejecutivos pueden caer en el modo de piloto automático, que es la antítesis de la inteligencia emocional. Esto suele ocurrir cuando un líder alcanza cierto nivel de éxito y pierde el impulso de crecer. «Convertirse en líder tiene algo que nos vuelve complacientes», afirma Madorno. «Nos volvemos resistentes al cambio y acabamos teniendo muchos puntos ciegos».
En tercer lugar, es posible que algunos directores generales no se den cuenta de que son las emociones las que dirigen su comportamiento. «Si no controlamos nuestras emociones, ellas nos controlan a nosotros», dice Madorno. «Esto puede dar lugar a decisiones precipitadas y resultados desastrosos».
Para defender la inteligencia emocional de los líderes, Madorno, una experimentada amazona, suele establecer paralelismos entre montar a caballo y dirigir una empresa. De hecho, suele integrar los caballos en sus cursos de liderazgo ejecutivo. Su razón: Tanto si se trata de montar a caballo como de dirigir una empresa, la Inteligencia Emocional es un factor clave para el éxito.
Demostrar esta inteligencia emocional pasa por responder afirmativamente a tres preguntas, dice Madorno. «¿Puedo confiar en ti? ¿Eres quien dices ser? ¿Tenemos una conexión que importe?». Tanto los caballos como las personas captan lo que comunicas.
4 aspectos fundamentales de la inteligencia emocional
Para puntuar alto en inteligencia emocional, los líderes deben centrarse en desarrollar cuatro competencias básicas: autoconciencia, autogestión, conciencia de las relaciones y gestión de las relaciones.
1. Autoconciencia
La autoconciencia en el liderazgo consiste en comprender tus puntos fuertes y débiles, reconocer tus emociones y saber cómo las emociones influyen en tu rendimiento y en el de tu equipo. Los líderes que son conscientes de sí mismos son muy conscientes de cómo se sienten. Para desarrollar esta competencia, Madorno recomienda practicar tres cosas: Date cuenta de tus sentimientos, presta atención a lo que ocurre en ese momento y date tiempo para reflexionar sobre tu reacción.
2. Autogestión
La autogestión consiste en gestionar las emociones -especialmente en situaciones de mucho estrés- y mantener una actitud positiva. Los líderes que tienen una buena autogestión no toman decisiones precipitadas, rara vez atacan a los demás, tienen una mentalidad flexible y practican la calma. Para desarrollar esta competencia, Madorno recomienda centrarse en reconocer, procesar y canalizar las emociones para tomar decisiones racionales.
3. Conciencia de las relaciones
La conciencia de las relaciones consiste en tener empatía. Madorno señala que hay dos tipos de empatía: la empatía emocional es la capacidad de sentir lo que siente otra persona, y ayuda a desarrollar la compasión. La capacidad de manejar ambos tipos de empatía puede ayudarte a desarrollar una gran inteligencia emocional en el liderazgo.
4. Gestión de las relaciones
La gestión de las relaciones es la capacidad de influir, entrenar y orientar a los demás. Los líderes con esta competencia tienen grandes habilidades sociales y saben cómo resolver eficazmente los conflictos, ya existan entre miembros del equipo, clientes o proveedores. Los líderes con sólidas aptitudes para la gestión de las relaciones son grandes comunicadores que saben cómo conseguir que tu equipo se comprometa y establecer conexiones significativas con los demás.
El liderazgo necesita inteligencia emocional
En su nivel más básico, la inteligencia emocional llega al corazón de lo que significa ser un buen CEO. La gente quiere «un líder al que puedan respetar y que también les trate con amabilidad y respeto», dice Madorno. «La inteligencia emocional consiste en establecer esta conexión».
Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.